#Relato 3

Gaucho

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– Vasco, hace tiempo que le quiero hacer una pregunta. Qué es, qué es para usted un gaucho, ser un gaucho?

– Mire, se han dicho tantas cosas de los gauchos. Vamos a intentarlo.

Dicen que al gaucho le gustan mas los boliches que a las palomas las copas de los árboles.

Dicen también que el gaucho es para los amigos, amigazo.

Como él no hay otro para los duelos criollos. Facón en una mano y poncho en la otra. Cristiano que se le cruza, cristiano pa’l cementerio.

La historia seguro es testiga, «enorquetado» en cualquier animal badea ríos y arroyos si un cristiano necesita un «remedio» para su cura.

«Tuutos» sabemos que el gaucho es también sostén y ejemplo para su familia.

Porque gaucho, sépalo, no es solo el que monta, es también el que «piala», el que enlaza y el que marca.

Gaucho también es el que siembra, el que esquila, el que alambra. Es también el que cocina, el que cura y el que enseña.

Porque sépalo «aparcero», «tuitos» esos oficios entrelazados son los que llamamos el gauchaje.

– Vasco, le voy a hacer otra pregunta. Ud. sabe, la gente, la gente que nos conoce, me ha preguntado más de una vez, si usted es un gaucho de veras.

– Mire  «pa» pregunta digamos que no es original. Hace unos años me la hicieron dos veces en el mismo día.

– Vamos vasco, no me exagere.

– Que voy a exagerar. Escuche.

Mire, hace unos años estaba en el boliche y «dentró» una «gurisa». Bonita, con ropa citadina. Manda la vuelta para los parroquianos como era de orden por aquellos tiempos. Se «acoda» junto a mí en el mostrador y se pide un licorcito de anís. Elevamos las copas, yo me mando mi grapita de una y ella también se manda su licorcito de anís.

En eso me pregunta, mire abuelo, le puedo hacer una pregunta?

Seguro, cómo no moza.

Usted es un gaucho de veras? 

Por supuesto que soy un gaucho de veras!!! Y usted?

Mire, yo soy lesbiana.

La cara mía debió haberse desfigurado, ni idea lo que era una lesbiana.

Entonces me explica la «gurisa».

Mire abuelo, yo me levanto pensando en mujeres. «Tuito» el día pienso en mujeres y a la noche me acuesto pensándo en mujeres.

Mire, no habían pasado cuarenta y cinco minutos que»dentró» otra «gurisa». Bonita también, vestida al modo citadino. Manda la vuelta para los parroquianos, se acoda en el mostrador junto mí, pide un licor de huevo, nos mandamos de una, yo la grapa y ella el licorcito, y me pregunta,

Discúlpeme abuelo, le puede hacer una pregunta?

Porsupuesto, le contesto.

Usted es un gaucho de veras?

Mire mi’ hija, si hubiese preguntado hace una hora le diría que sí. Pero «aura», «aura» no sé, no sé si soy un gaucho o una lesbiana

Autor: Iñaki